Son tiempos difíciles, tiempos donde abunda el dolor, la
desesperanza, la violencia, el hambre, la miseria humana, la destrucción y a
medida que estos aumentan, también lo hace la indiferencia, el olvido, el egoísmo,
la ignorancia.
Quiero brindar al lector una visión
diferente, desde otro ángulo, algo que puede gustar o disgustar al lector pero
esperaría que tomara tiempo para pensar en ello.
Colombia país representado por una tela de
tres colores que representa todos los males de Colombia, el oro por el cual
dieron su vida gran cantidad de nativos, y el cual hace parte de las riquezas
del nuevo mundo con las cuales el antiguo llenó sus bancos para llevar así
progreso a sus pueblos, aún hoy día las abundantes riquezas naturales representan
un terrible castigo para los pueblos que ocupan los territorios donde estas
riquezas se encuentran, en la guajira región donde vivo actualmente puedo
observar la grave miseria de los pueblos nativos, la gente no miente y es un
verdadero exterminio a puertas de una mina que genera millonarias ganancias, no
solo para los gobernantes de turno sino para las grandísimas empresas
extranjeras que extraen el preciado mineral que es llevado a países extranjeros
adictos a la energía, mineral que cuesta miles de hectáreas devastadas,
millones de litros de agua utilizados, un rio represado para el beneficio de un
particular a costo de la sed de todo un pueblo, con la excusa del empleo digno
para unos pocos a costa de la muerte de otros muchos. También está el azul de
los mares y hay quienes se jactan por tener dos, se jactan de su soberanía
cuando sus mares no son sus mares, porque tienen dueños en el extranjero
aspirando sus profundos recursos que sin escrúpulos ni miedo a contaminar la
tierra que da la vida, esculcan en sus entrañas para drenar de sus venas
aquella energía que tanto placer da, se jactan de sus costas cuando no son sus
costas porque también tienen dueño, así estén en territorios ricos naturalmente
según dicen protegidos o así correspondan a pueblos nativos que durante siglos
han estado allí. Y por último lo más profano y denigrante enorgullecerse de
llevar el rojo de la sangre derramada, que si fuéramos realistas supera en
proporción y valor el agua y el oro que hay, porque aún hoy se sigue derramando
sin vergüenza, en verdad el rojo debería cubrir toda la bandera no para
inspirar orgullo sino indignación y dolor, y recuerde que la patria no es una
madre o un hogar sino un castigo y un yugo para el ser humano, una grotesca pérdida
de vidas, un desperdicio de lágrimas y sudor, un monumento a los asesinos
celebrando sobre los muertos y lo más alejado que puede existir a una sociedad
civilizada.
Hay otros símbolos de la patria imaginaria
como el escudo, el cual en su parte superior una gloriosa ave, a este animal le
puedo ver dos significados que parecieran oponerse pero son signos de una sola
realidad, el cóndor es un ave de carroña, evolutivamente está hecho para
encontrar y comer lo que está muerto es decir lo que está jodido, en ese
aspecto el glorioso cóndor tiene mucho en común con los dirigentes y la clase
empresarial. Pero el cóndor ha sido admirado por muchos pueblos especialmente
en el sur del continente, ellos habitan en lugares muy altos especialmente en
los Andes, es el ave terrestre de más envergadura y logran volar a alturas
impresionantes, durante siglos se le ha admirado, respetado y se le ha dado
hasta significados mitológicos en la cosmovisión de diferentes pueblos,
curiosamente no es un símbolo solo de la patria Colombiana sino también de
varios países latinoamericanos, pero como sea curiosamente el territorio
colombiano es uno en que la presencia de dicha ave es muy rara, y está próxima
a desaparecer de dichas montañas por diferentes amenazas donde es muy visible
el factor humano. El escudo también tiene dos símbolos más que llaman la
atención, unas arcas donde se quiere mostrar la abundancia de riquezas y la
abundancia de alimentos, dos cosas que ya no existen y que tampoco son de los
pobladores del área llamada Colombia, las riquezas como ha sido mencionado son
cedidas, concesionadas o regaladas a empresas extranjeras, y ni siquiera en los
alimentos se es soberano ya que con los pactos que han hecho los gobernantes de
turno vendiendo la tierra y los derechos de otros como si fueran suyos han
permitido que los que se creen dueños del mundo impongan sus políticas
favoreciendo grandes capitales y escrupulosas personas, es la verdad, hoy un
campesino ni siquiera puede sembrar y de su cosecha utilizar de nuevo las
semillas sin utilizar semillas patentadas y envenenar la tierra con químicos traídos
del extranjero.
Colombia no es la tierra que llama
Colombia, porque la tierra no tiene dueño, es tan antigua que nadie existía
para recordarlo, es tan grande que nadie existe que la domine, está tan viva
que nosotros estamos vivos, porque de ella venimos y a ella regresamos. La
tierra no tiene dueño, no tiene títulos, existió existe y seguirá existiendo
por muchos años quizá sin humanos y seguirá sin fronteras ni divisiones
imaginarias. Colombia no es la gente que habita en dicho territorio porque no
tienen diferencia con los que habitan al otro lado del mundo, el color, el
habla, el tamaño, la religión no generan diferencia en la calidad de humanos.
El
país Colombia es un absurdo abstracto e imaginario, es una ilusión que existió
en la mente de algunos próceres que contagiaron de emoción a un grupo de
personas, que los convencieron de morir por una causa imaginaria, persiguiendo
el paraíso y la gloria, que siguen siendo fantasiosas, prometiendo lo que nunca
ha cumplido, protección, educación, prosperidad y para prometerlo necesita que
la gente carezca de esto, arrebatárselo y jugar con ellos como quien juega con
un perro y un hueso. la patria es algo que fue creado para tener poder por
medio de un grupo de gente armada, dándoles razones para morir y matar, por eso
firmemente creo que los malos siempre son los que cargan un fusil, no importa
la razón, las peleas que se solucionan con armas solo suelen generar más
argumentos para pelear.
Lo que Colombia si es, es un medio de
manipulación nada diferente a una religión, es una justificación para cometer
atrocidades, es una justificación para empuñar un fusil contra un hermano, es
un medio para subyugar a los iguales y dominar a nuestros compañeros, es un
pretexto para vender lo ajeno y asaltar al bueno, es una trampa para incautos y
tantos han caído. Colombia es una marca que vende y mucho, enmascarado en un
equipo de futbol hay un gran negocio manejado por personas que usan un deporte
para vender su porquería siendo que ellos ni han tocado un balón, causa
fanatismo, locura, emoción pero también una enorme y abrumadora estupidez, hay
que abrir un poco el panorama para darse cuenta que hay alguien vendiendo,
vendiendo mucho con la afición al futbol, y ese alguien genera unas ganancias
realmente enormes con la marca de un país, es gracioso que lo único que la
federación de futbol deja a la gente de dicho país son riñas, muertos,
bolsillos vacíos y ceguera, mucha ceguera, Ah! sin mencionar los tipos que se
hacen multimillonarios vendiendo cerveza, carros, tiempo en televisión y demás.
La vida es real, la vida de uno y la de
los demás, también es real la humanidad, la conciencia es lo único de lo que
somos dueños, también nuestro destino y el camino que andamos, porque en él
podemos intervenir directamente, si quitamos de nuestra mente el engaño abrimos
una pequeña ventana para ser libres, para romper el lazo al que nos quieren
amarrar, el fanatismo patriota es tan ridículo, enfermizo y dañino como el
fanatismo religioso. Si la humanidad sigue existiendo en un futuro digno del
hombre seguro no habrá fronteras, porque ellas nos esclavizan, victimizan a
unos y distinguen de un modo que la naturaleza no lo hace.